·
Se va terminando un año donde he pasado mucho tiempo solo, más del que ya pasaba antes, y que me ha enseñado muchas cosas. Y no me estoy quejando, que conste.
Puedes estar rodeado de cientos de personas y aún así sentir que sigues estando solo. La soledad se asemeja bastante al sufrimiento en el sentido de que terminas por pillarle el gusto y sentirte cómodo ahí.
La compañía es una de las tantas cosas que he tenido que sacrificar al elegir lo que he elegido. No sé si al final lo conseguiré o no porque tengo más que asimilado que el fracaso es parte de la vida y, por lo tanto, tendré que aceptarlo si llega ese momento. Aunque realmente tampoco sería justo llamarlo fracaso porque al final, salga bien o mal, he elegido lo que he querido y he hecho lo que he querido hacer y eso es lo que importa.
Sacrificar tanto te hace madurar muy rápido porque como pasas tanto tiempo solo, no te queda otra que estar bien contigo, estar agusto solo y divertirte tú solo. Y solo por aprender eso ya ha merecido la pena. Puede que me haya vuelto más antisocial que antes pero la realidad es que no necesito nada ni nadie más que a mi mismo para estar bien. Lo demás es un complemento que tengo porque yo quiero tenerlo y no porque lo necesite.
Por eso creo que la soledad no es mala, es necesaria. Aunque haya mucha gente que le de pánico sentirse sola. Porque de esa forma, tendrás que aprender a estar agusto contigo mismo y creo que esto es la base de la salud mental y de las relaciones sociales.
Gracias 2018!!!!